La tecnología LED se está tornando cada vez más popular, aunque sigue despertando muchas dudas sobre si es la alternativa más adecuada a la hora de iluminar un negocio o un hogar. Buena parte de estas dudas se deben a muchos mitos que circulan sobre los LED, y que merece la pena intentemos desmontar. Muchas personas creen que los LED tienen una luminosidad mucho menor que la de las lámparas tradicionales, pero esto es completamente falso. Pueden ofrecer la misma cantidad de luz que un fluorescente o una lámpara de vapor de sodio, si se elige la luminaria adecuada.
Otra de las falsas creencias que circulan sobre los LED es que resultan más caros que las otras lámparas. Si bien es verdad que su precio inicial puede resultar más caro, la verdad es que resultan mucho más económicas a corto plazo porque su consumo de energía es mucho menor.
Asimismo, también es habitual escuchar que las lámparas LED provocan mucha más contaminación lumínica. En realidad, si se dirige la luz a la dirección correcta, no genera ni mucho menos más contaminación. Más bien al revés, ya que su flujo lumínico se puede controlar mucho mejor.
Continuando con la lista de mitos sobre los LED que circulan, merece la pena desmentir la idea de que su luz es dañina para la salud. La verdad es que estas luminarias no emiten ni rayos ultravioleta ni infrarrojos, y tampoco contienen mercurio. Asimismo, no interfieren en la secreción de melatonina. Por lo tanto, no pueden resultar perjudiciales para la salud.
Igualmente, se dice que los LED son poco resistentes. En realidad, están construidos de manera tan sólida que su instalación en las condiciones más extremas es una garantía de seguridad.
Todas estas características hacen de los LED uno de los mejores recursos a la hora de iluminación un espacio.
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