El ahorro de energía es una de las principales preocupaciones en todo hogar. Lograr un mayor ahorro en la factura de la luz se convierte en un objetivo para las familias año tras año. El consumo de energía genera un costo de dinero importante y la pregunta que comúnmente asalta es: ¿calefacción central o individual? ¿Cuál de los dos sistemas tiene más ventajas en relación a la eficiencia energética? Responder a esta cuestión no es sencillo.
Desde el punto de vista del ahorro energético, ambos sistemas de calefacción tienen ventajas e inconvenientes.
La calefacción central, al ser compartida con los vecinos de la comunidad, permite hacer un mayor consumo de calefacción sin que se tenga que pagar más por ella. También sucede lo contrario, y es que al prorratearse el gasto en la factura se tendrá que pagar el costo de la calefacción aunque apenas se haya hecho uso de ella. La calefacción central ofrece una serie de ventajas tales como:
Al tener la caldera fuera de casa, se ahorra espacio y se gana en seguridad.
Se puede consumir energía indiscriminadamente porque se paga entre todos y, además, la cuantía está fijada previamente.
Se evita tener que suscribir contrato con empresas de abastecimiento energético.
Los mantenimientos y costes son a cargo de la comunidad.
A menudo, la calefacción central se destina a otros usos, como generar agua caliente.
Por contra, la calefacción individual provoca que el consumidor sea más responsable, ya que hay que regular el termostato, apagar la calefacción cuando se esté fuera de casa o encenderla solo en las habitaciones que se vayan a ocupar para evitar un despilfarro de energía.
Para personas que viven fuera o que apenas pasan tiempo en casa, es mejor la calefacción individual. Para familias numerosas, por ejemplo, la central le permitirá un ahorro mayor. La decisión está en manos del consumidor.