Las energías renovables son el futuro. Es la conclusión que se desprende del Informe Global sobre el Estado de las Energías Renovables 2014 de REN21. Este sector crece cada año en todo el mundo, especialmente en China, el primer país en cuanto a capacidad instalada eléctrica renovable total, al que siguen muy de cerca Estados Unidos, Brasil, Canadá y Alemania. Según este informe, los avances de la tecnología en este campo se centran en la búsqueda de fórmulas para incrementar el ritmo actual y alcanzar en el futuro un 100% renovable. En este sentido, la biomasa ha cosechado un importantísimo desarrollo en países como Bélgica o Reino Unido, aunque en España todavía necesita un empujón, a pesar de quedar claro que las aplicaciones térmicas y la cogeneración se han de desarrollar enormemente por razones de eficiencia.
Y es que la biomasa es una de las renovables menos conocidas pero con un mayor futuro, debido a las numerosas ventajas que trae consigo, desde creación de puestos de trabajo y un mayor cuidado de los bosques hasta una disminución de los nocivos efectos contaminantes y un menor gasto energético. Su desarrollo en hogares y empresas supondría un aprovechamiento eficiente de los recursos naturales. Si a esto le sumamos la importancia que tiene España en restos vegetales, siendo la tercera de Europa con 87 millones de toneladas solo en recursos excedentarios de restos forestales y agrícolas, no sería necesaria una dependencia de terceros sino al contrario, se podrían exportar materias primas a otros países.
Según Jaime Vergara, director general de Optimiza Recursos la asesoría, consultoría y correduría dirigida a la optimización de recursos en el sector energético el auge de este tipo de energía es ineludible e irreversible. Una enorme oportunidad de desarrollo eficiente por el que se debe apostar en España, ya que favorecerá enormemente la industria y los hogares, como ya ocurre en otras partes del mundo.